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Al año de estar casados volvimos al hotel donde nos quedamos para celebrar el aniversario. Nuestra gran sorpresa fue que al llegar a la habitación después de cenar nos habían dejado una nota de felicitaciones, una botella, una caja de bombones, pétalos en la cama, una vela encendida y unas flores. Además de los detalles nos hicieron sentir muy especiales al empatizar con nosotros en esa fecha tan especial.
Muchas veces los motivos que promueven los viajes, y por tanto los hospedajes, obedecen a estas fechas especiales: aniversarios, cumpleaños, etc...
Solamente una tarjeta de felicitación marcaría la diferencia.
Desde ese detalle todos los años cumplimos con celebrar nuestro aniversario en esas instalaciones...nos han ganado.
