Podrían prepararse materiales audiovisuales disponibles en la propia habitación, con algún equipamiento extra (esterilla, pelota...) para realizar clases de yoga y relajación en la propia habitación al llegar al hotel al final del día. Sería algo muy bienvenido por muchos clientes que llegan al hotel cansados de la jornada de trabajo o turismo y pueden realizar esta actividad a su ritmo y en el horario que quieran de forma más cómoda e interactiva.