
A veces cuando uno viaja acompañado está celebrando algo especial, se lleva a su pareja de viaje, y aunque ambos sepan el destino, tengan el mapa preparado etc etc.. las pequeñas cosas que surgen son las que hacen que al final ese viaje sea mucho más especial.
Una nota del hotel en la almohada con una sugerencia de una actividad/obra de teatro/festival/concierto que ocurra durante la estancia... un bombón en la mesilla con la inicial de los ocupantes..
La opción de encargar una flor, un libro, un marcapáginas.. y que el cliente lo pueda reservar con antelación para que lo dejen al día siguiente de haber llegado.. como remate a un día completo..
Será que me gusta que me den sorpresas..