Cuando se viaja solo, a veces lo que se quiere es estar así, solo. Por lo que para ocupar provechosa y entretenidamente parte del tiempo de estancia en el hotel, sería muy interesante encontrar en la habitación una pequeña colección de libros cortos, de relatos, que se puedan leer en un fin de semana, si no al completo, al menos en parte. Con un sencillo sistema antirobo como el de los comercios de ropa, se puede evitar su sustración.
Tengo una IDEA