
Al llegar a un hotel me gustaría encontrar un detalle que me sorprenda, un regalo de bienvenida especial para cada destino. Una idea que he tenido siempre en la cabeza y que podría estar bien sería una vela con olor a la ciudad donde hemos llegado. Las personas recordamos mucho más los olores que los sonidos o los recuerdos visuales y por eso muchas veces asociamos un olor a un momento en concreto. Hay una marca de velas aromáticas, Yankee Candles, que elabora candelas de todos los olores que te puedas imaginar. Así pues, en los hoteles de Andalucía podrían poner la vela que huele a olivas y tomillo, en Mallorca la vela que huele a olas del mar, en Roma una que huela a cappuccino y en París, por ejemplo, una que huela a tarte tatin. Todas con el logo del hotel y el nombre de nuestro destino. ¿Qué os parece?