
Hay en muchas ciudades, que durante el invierno, se distribuyen por diferentes zonas puestos de castañas.
A mi, particularmente, si me gusta comerlas de vez en cuando, aunque no todo el mundo sabe darles el toque adecuado.
Podría haber castañas asadas a disposición de los clientes que quisieran comerlas, para el desayuno y empezar bien, el nuevo día.