
Creo que los detalles de bienvenida deberían variar según las fechas en las que se visitan. Por ejemplo: si fuese ahora en verano, me encantaría que al llegar tenga un zumito recién exprimido y muy fresquito, a ser posible de mango u otra fruta similar. Pero si voy en Navidad, me gustaría poder comer unos ricos bombones y una pequeña botella de cava.
Otras opciones como disfrutar de una película (recién estrenada en DVD) a la carta pueden sumar muchos puntos extra a la hora de tener una bienvenida original y acogedora. Pero, insisto, creo que ir cambiando esos detalles de acuerdo a la fecha del viaje sería muy interesante.