Imagina un jardín en medio del asfalto, que te invite a disfrutar, a sentir, a tener un espacio para ti en la naturaleza pero en tu propio hotel. Ese lugar en donde respirar o tomar el aire, sin buscarlo fuera. Sentir la libertad de poder estar fuera pero dentro de un hotel.
En hoteles, puede que existan espacios como las azoteas u otras zonas más desaprovechadas que servirían para adaptar un jardín multisensorial para vivirlo con todos los sentidos. Vista (flores, colores vivos, elementos decorativos) gusto (alguna planta como frambuesas, fresitas silvestres....) olfato (plantas olfativas, estaciones de olores más raros), oído (música relajante, o intentar descubrir qué sonidos están disponibles por las diferentes instalaciones) tacto (con diferentes texturas, temperaturas en suelos, paredes, en sí mismo en el jardín...)
