
Para las personas que por motivos de salud no pueden tomar sal o, si lo hacen debe ser reducida su ingesta, podría ofrecerse en el bufet productos sin sal como el pan, embutido y si nos paramos a mirar bien la composición de los alimentos, podríamos añadir a esta lista más. Esto aumentaría las alternativas culinarias de este tipo de clientes, que pueden ser muchos los que estén en esta situación.