
Estando de vacaciones, es una gozada poder dormir un poquito más y no tener que madrugar para acceder a los buffets de desayuno con franjas horarias de 7.00-10.00 H por ejemplo. Por lo que aumentar el tiempo del desayuno o hacer varias tandas para poder adaptarse a los diferentes tipos de clientes sería un acierto: más madrugadores que aprovechan la ciudad desde que ponen las calles por la mañana (jaja), los que tienen que acudir al trabajo, a los que les gusta dormir... Permitiendo disfrutar del desayuno con calma a todos.