Para dar un contexto a esta idea, necesito comenzar con mi experiencia personal, por lo que adelantaré que soy un ingeniero de 41 años, que trabajo en temas de IT y proyectos y que creo que soy una persona más acostumbrada a la tecnología que la media.
Vale, lo admito. Cuando uno pasa de los 40 años, ya puede considerarse mayor, y yo al menos lo noto en pequeñas cosas.
Viajo mucho, paso en hoteles unas 100 noches al año ya sea por trabajo o por ocio, y de un tiempo a esta parte creo que mi camino vital se bifurca del de los diseñadores de interiores de hoteles en algunos puntos que parecen ser irreconciliables.
Me explico...
Antes, llegaba a un hotel y en 2 minutos estaba todo controlado. Luces, aire acondicionado, ducha, tv...no problem. Había variaciones y a veces tenías que pensar un minuto, pero te hacías con todo.
Últimamente, llegar a una habitación de hotel es toda una experiencia religiosa. Los aires acondicionados suelen ser más o menos sencillos de entender, y las luces, una vez que uno se hace con los dobles interruptores y las luces automáticas de sensores, no suelen ser un problema. La domótica de persianas no tiene ningún problema, claro...
Pero las duchas...ah las duchas...
Se necesita un master y asesoramiento experto para usar algunos interruptores de duchas, entre botones para pulsar y cambiar entre la ducha de techo y la de mano y el grifo, los distintos modos de agua, la temperatura...
Esta semana estuve en un resort donde ya había estado varias veces, pero habían cambiado el sistema de grifería. Para conseguir usar la ducha con agua templada en el grifo de mano, tuve que pulsar un botón y simultaneamente girar una palanca a la izquierda e inclinarla hacia mí, mientras sujetaba con la misma mano la ducha. Por supuesto, tras un par de intentos y pruebas con caida de agua fría desde el techo.
Sería maravilloso poder usar la realidad virtual o aumentada para ver una demostración en vivo de como se usa la ducha y evitarnos todos esos problemas de la primera vez que se usa. Además, suelen ser temas engorrosos de explicar en una nota de instrucciones o bien preguntando y hablando con alguien que no está ahí o no puede mojarse (no voy a pedir al conserje que venga mientras estoy desnudo en la ducha para guiarme claro...).
Bromas aparte, es un ejemplo muy claro de ventajas que nos puede dar la realidad aumentada y la realidad virtual para hacer pequeños manuales de uso de partes de la habitación. Igual que la ducha se aplicaría al aire acondicionado, las distintas luces, la domótica, el teléfono, la tv, e incluso en zonas del hotel fuera de la habitación: para gente mayor explicando como usar algunos aparatos que hay a veces en los desayunadores, como la máquina de tortitas, o donde están los pulsadores de los spas.
Hay miles de utilidades para esta tecnología que pueden ser muy aplicables a los hoteles. Me encantará verlo en un tiempo...
