
Quizás no sea algo fundamental, pero el olfato es el sentido más cercano al recuerdo, y del mismo modo que un olor nos puede recordar la casa en la que crecimos, un olor puede convertirse en un aliciente para volver a una cadena de hotel concreta.
Dicho esto, creo que podría ser una idea ofrecer, con o sin coste, la posibilidad de disponer de una "carta de aromas" en las habitaciones de los hoteles, al menos en los de determinada categoría. Sería un elemento diferenciador y fidelizador el poder "sentirte como en casa" asociando un olor que te guste a tu estancia en una cadena de hoteles concreta.