Ahora mismo, y creo que en los próximos años, la obsesión por la limpieza y también la sensación de limpieza será fundamental a la hora de escoger un hotel.
Creo que los espacios, tanto las habitaciones como las zonas comunes, deben adaptarse a este escenario e incluir materiales fácilmente lavables y desinfectables y que den la impresión de limpios, además de estarlo. Quizás incluso en algún caso donde las habitaciones no pueden ser ventiladas, usar purificadores de aire a la vista para generar tranquilidad, por ejemplo.
También deberemos pensar en la interdistancia entre clientes en las distintas zonas, que deberá ser mayor de lo que es hoy en día, tanto en separación de asientos y sillones en cafeterías y salones como en el uso de instalaciones (gimnasios, piscinas...)