
Al igual que los hoteles tienen con los servicios tradicionales de transfers a aeropuertos o estaciones de tren.
Muchos de estos hoteles son urbanos y suelen tener problemas de aparcamiento. De tenerlo propio, reservaría un par de plazas a vehículos de estas compañías a cambio de un % de los trayectos que en ningún caso se repercutiría al cliente.
El proveedor de transporte gana nuevos clientes y un punto de recogida.
Sería un servicio útil para targets de clientes como los millenials.