Después de unos duros meses de confinamiento lo que más nos apetece es disfrutar de unas buenas vacaciones. Buscamos alejarnos de la estandarización hotelera y decantarnos por propuestas de alojamiento singulares que nos transmitan paz y autenticidad.
Venimos de una rutina muy marcada en cuanto a alimentación y vida sana. Por lo tanto, estas son algunas ideas para promover esta filosofía incluso estando de vacaciones:
Al realizar la reserva de la habitación, incluir un cuestionario donde puedes elegir entre diferentes accesorios o herramientas que te gustaría encontrar en tu habitación para que te permitan hacer algo de ejercicio sin necesidad de ir al gimnasio y tener contacto con más gente.
Además, clases de grupos reducidos de yoga, meditación o mindfulness con previa reserva si se quiere seguir presencialmente o que también exista la posibilidad de seguirlo a través de un canal por la TV de la habitación.
Oferta gastronómica sana con productos locales y orgánicos que garanticen al cliente una alimentación saludable.
En definitiva, que el cliente se sienta no solo seguro sino que sea una experiencia inolvidable.