
Pues mi idea es es la siguiente, ofrecer variedad al cliente.
Variedad culinaria, y que además aprenda a hacer esos platos complementandolo con cursos con el chef, que relaja y educa.
Posibilidad de acceso a masajes en las habitaciones, o actividades guiadas por monitores de yoga, meditación, mindfulness, cuando se vaya acabando el día.
Actividades creativas (pintura, manualidades, escritura), hacerlos partícipes de la decoración del hotel con sus creaciones. Incluso que puedan ofrecer intercambios de servicios o conocimientos con otros huéspedes.