
Creo que la gastronomía es sin duda un punto fuerte a considerar en la experiencia del viajero. No obstante, ésta no siempre está presente en todos los tipos de viajes o de hoteles, y en ocasiones tampoco hay tiempo para disfrutar de este aspecto en condiciones, (lo confieso, soy un viajero que muchas veces se ve condicionado por su jornada laboral u otros compromisos que le llevan a terminar engullendo un pincho recalentado de tortilla o un sandwich desabrido de la cafetería sin mas alternativa....
En este contexto, disponer de un menú económico elaborado a partir de distintas tapas de productos típicos de la zona, es una manera fácil de acercar al cliente la cultura del lugar de estancia mientras se toma una caña en la cafetería del hotel, proporcionando la oportunidad de degustar una selección de productos de forma más distendida y cómoda, además de ampliar la experiencia de viaje.
Los clientes mas foodies, los tradicionales y los disfrutones pueden encontrar cabida en este menú, haciendo su viaje más agradable
Disfrutar del tapeo en los Eurostars, sería fantástico!