
Creo que es una de las actividades por excelencia que puede haber en un hotel y no está muy explotada. No sólo catas de vinos, si no de productos típicos de la zona o incluso foráneos. Aprovechando los espacios de salones y restaurantes de los que dispone el hotel podrían hacerse jornadas de catas de vino, quesos, jamón, aceite, etc.
Conozco vinotecas y restaurantes que hacen al menos un evento de este tipo al mes, e incluso en ciudades de tamaño medio como Coruña, las plazas siempre se agotan muy rápido. También es una forma de dar a conocer los productos de la zona, y de dar un cierto estatus al establecimiento por asociación de ideas de los clientes. Yo al menos valoro de manera muy positiva si un restaurante u hotel hace este tipo de actividad...