
Inspirado en la idea anterior, sugiero que si el cliente paga el envase, la comida sobrante (siempre que este en buenas condiciones higiénicas) sea ofrecida e algún apartado del hotel para las personas con exclusión social, o cedida a algún organismo competente. Ya se hace hoy en día.
Esto es todo y hasta otra
Creo que merece la pena, la costumbre que existe en otras partes del mundo, recoger la comida sobrante.
Ademas si estamos en el hotel, es ideal para cuando nos entre hambre prematura o en momentos donde no se sirve comida o por si estuviéramos en media pensión o solo desayuno.
Lógicamente, el cliente debería de abonar el coste del envase.
Esto es todo