
Sería positivo que el diseño de los interiores fuera de tipo minimalista, caracterizado por la sencillez, para favorecer la higiene y limpieza y ofrecer espacios diáfanos.
Pero este minimalismo no debe ser frío, sino acogedor, con tonos cálidos, con detalles personalizados a elegir, como por ejemplo motivos florales, plantas o fotografías.
Puesto que la limpieza es fundamental, hay que reseñar y valorar el trabajo del personal de limpieza de los hoteles.