
Lo peor es que la comida es muy distinta de la rutina que llevamos en casa y a la vuelta siempre resientes el estomágo. Para aquellos que les guste llevar una dieta sana, los restaurantes deberían tener un menú saludable, con recuento de calorías, hidratos, grasas, etc. para aquellos a los que les guste seguir con la misma dieta en vacaciones.