
Después de un largo día entre preparación de maleta, cambio de ciudad, transporte...lo lógico es que nuestra llegada al hotel se haga con un mínimo de cansancio y estrés.
Mi idea es dar la opción a los huéspedes antes de darles la habitación, de poder elegir si así lo desean una habitación relajante, con almohadas con un ligero toque de perfume aromático suave (lavanda, por ejemplo) que ayude a tener un sueño reparador, así como tener en dichas habitaciones también cabezales de duchas con diversas opciones de productos aromáticos que salgan automáticamente de las mismas y nos ayuden a relajarnos a nuestra llegada al hotel o al irnos al dormir.
Por tanto, mi idea se basa en el uso de la aromaterapia para ayudar a clientes a sentirse más relajados durante la estancia en su habitación y hotel, así como a conciliar el sueño a la perfección.