
Hay muchas personas que padecen claustrofobia, que como todos sabéis... es la fobia a los recintos cerrados.
Cuanto mas pequeño sea el habitáculo, peor lo lleva la persona que sufre este mal, así, que si hablamos de ascensores o elevadores con cabina, es el recinto cerrado por excelencia repelente de claustrofobicos.
En la vida diaria y real, hay veces, en que no queda mas remedio que instalar un aparato elevador en espacio muy reducido, y la cabina parece mas un féretro mas que una cabina.
Existen varias soluciones para asumir estos pequeños espacios, una es, poner espejos, otra, instalar las paredes de cristal transparente o traslucido, pintar las paredes claras,... entre otras.
La idea trata de mitigar este asfixie claustrofobico, pero con un dibujo en las paredes del aparato elevador, con una ilusión óptica que emule profundidad, esta ilusión le provocará mas tranquilidad que las paredes puras y duras.
Para una persona sin esta fobia, es una cosa natural, pero un claustrofobico se encuentra un lugar hostil, hermético y reducido, poneros en su persona...
El diseño que he creado no es al azar, he hecho coincidir el suelo en perspectiva, con el que esta dotado el elevador, y el color turquesa con el que pinto casi la totalidad del recinto cerrado, es un color refrescante que sugiere libertad, todo por engañar al subconsciente...
Al final el claustrofobico, sentirá distinto al ver esta disposición en las paredes el elevador.
Incluso podemos dejar que la pared de fondo sea traslucida y detrás que exista un foco de luz de esa manera, podremos engañar aun mas la percepción del cerebro....pues en realidad, solo de eso se trata.
Hasta otra.