
La mayoría de los hoteles de 4* y superiores disponen de sala de gym, sin embargo siempre está sola y sin supervisión. Para aquellos que viajamos y nos gusta seguir entrenando, estaría muy bien poder contar con un monitor en la sala para seguir los ejercicios y dar recomendaciones de entrenamiento. Además, el hotel podría ofrecer alguna sesión de entrenamiento en grupo, tipo ciclo indoor, crossfit, o incluso algún ejercicio menos intenso para que pueda participar más gente.