
Puede parecer una tontería, pero a veces lo que uno planea hacer en vacaciones no es exactamente lo que acaba haciendo.
Me ha pasado el último verano que tenía planeadas unas vacaciones conociendo una ciudad del sur de Italia, pero en todos los preparativos no tuve en cuenta que todas mis visitas a la ciudad iban a ser al aire libre y que hacía un sol de muy señor mío. No iba preparado con nada para el sol, y como es lógico me quemé. Visto en retrospectiva me habría venido muy bien disponer de after sun para aliviarme un poco en la habitación sin tener que andar buscando un supermercado o farmacia para cogerlo, y puede ser una opción muy a tener en cuenta en algunos destinos de verano.