
Creo que una forma de llevarse un buen recuerdo es con un pequeño detalle de despedida, acorde a la categoría del cliente (para eso también están los programas de fidelidad ;) ). Desde un pastelito con la factura en un sobre hasta un recuerdo del hotel, una taza, un llavero, unas zapatillas con el logo, o simplemente una tarjeta escrita a mano del director agradeciendo la estancia. Son detalles que para mucha gente suponen una diferencia muy valorable entre unos hoteles y otros...